fotografía Manolo Yllera
En Madrid, específicamente en La Moraleja, se erige un proyecto residencial transformador a manos de Trenchs Studio. Este ambicioso proyecto surge de la aspiración de crear un refugio de estilo mediterráneo en pleno corazón de la ciudad. Los propietarios, una familia que busca un espacio conectado con la naturaleza para vivir junto a sus hijos, seleccionaron una casa muy singular: una obra diseñada en 1982 por el arquitecto egipcio Samir Youssef, discípulo de Oscar Niemeyer, situada en La Moraleja.
La sensibilidad y exquisito gusto de los propietarios desempeñaron un papel crucial al elegir esta residencia única, que desde sus inicios cautivó a Trenchs Studio. Esta casa, con reminiscencias del estilo arquitectónico mediterráneo que tanto admiran los propietarios y el estudio, se convierte en el lienzo perfecto para una reforma que busca reforzar los valores de la arquitectura balear, evocando una sensación de paz y bienestar.
Las claves del proyecto de Trenchs Studio
Dos elementos arquitectónicos se destacan desde la primera visita: un impresionante porche orientado al sur, con una cubierta inclinada y cinco arcos de medio punto que emergen desde el suelo, y una imponente chimenea que preside el doble espacio del salón. Estos elementos se convierten en la esencia del proyecto, siendo la base sobre la cual gira toda la intervención. La reforma, realizada de manera respetuosa, abre la casa al jardín y a la luz natural, potenciando las preexistencias arquitectónicas, especialmente el uso de arcos que define la arquitectura original.
La elección de materiales es clave para lograr una atmósfera natural y elegante. El mármol perlado adorna los pavimentos de las áreas de día, mientras que la calidez de la tarima de roble natural abraza el resto de las estancias. Las paredes, revestidas con estuco de cal, aportan una naturalidad muy mediterránea. Los baños, diseñados con piedra caliza de Campaspero, se integran armoniosamente con el conjunto. Se emplean textiles naturales como yute, lino y algodón en armarios, alfombras, telas y cortinas, complementando la paleta cromática que potencia la arquitectura y la luz natural.
El mobiliario y la decoración se convierten en elementos contrastantes, generando una dualidad entre lo rústico y lo urbano. Clásicos del diseño en mobiliario e iluminación conviven con piezas rústicas y antigüedades, creando un ambiente ecléctico y sofisticado. El arte desempeña un papel destacado, con obras estratégicamente ubicadas, como la escultura ‘Vertical dislocado en 3 tiempos’ de Rafael Barrios, que corona el salón principal, o el cuadro ‘Relief Man’ de Stephan Balkenhol, que rompe el ritmo de la librería principal. Este enfoque meticuloso refleja la pasión de los propietarios por el arte y contribuye a la singularidad de toda la residencia.
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